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Valle del Jerte, turismo todo el año
ntre las estribaciones occidentales de la Sierra de de la zona, entre otros factores, han sido claves para mante-
Gredos y la ciudad de Plasencia se encuentra la co- ner todavía un medio natural «Vivo» y bien conservado.
Emarca serrana de «El Valle del Jerte», por la cual dis-
curre el río Jerte, afluente del río Alagón, tributario a su vez RÍO JERTE
del Tajo, aprovechando el accidente tectónico de la Falla de El río Jerte, del árabe Xerit, angosto o cristalino, nace a unos
Plasencia. 1800 metros de altitud, en los altos de Tornavacas, desde
El Valle del Jerte ha sido históricamente paso natural entre donde se divisa el valle en panorámica, en su breve trayecto,
Extremadura y las tierras del Duero. Tierras de trashuman- recoge las aguas de arroyos, gargantas y fuentes que convier-
cia, todavía se emplea el Camino Real para conducir al gana- ten este pequeño gran valle cacereño en un jardín botánico.
do en su viaje a los pastos de verano. Remontando el curso del río Jerte nos adentramos en el valle
Desde el punto de vista administrativo el Valle del Jerte está or- Cereza, uno de los parajes más característicos del norte ex-
ganizado en una Mancomunidad formada por once municipios: tremeño y sin duda, con mayor personalidad.
Barrado, Cabezuela del Valle, Cabrero, Casas del Castañar, Entre montañas iremos conociendo las tradiciones y paisajes de
El Torno, Jerte, Navaconcejo, Piornal, Rebollar, Tornavacas y esta bella comarca que sorprende por su vegetación, la abun-
Valdastillas. Donde conviven unos 12.000 habitantes. dancia de agua y su acervo agrícola, que la ha convertido en un
El paisaje jerteño es obra de la naturaleza, pero también de referente internacional con su producto estrella, la cereza picota.
la actividad secular del hombre. Clima y relieve son desde El Valle del Jerte nos invita en cada instante a descubrir las sor-
el inicio los grandes constructores del paisaje. Por un lado, presas del paisaje: el salto de la trucha que remonta la corriente,
la orientación suroeste, favorece la abundancia de lluvias, la seta jugosa que esconde el robledal, el postrer destello púr-
por otra parte, las altivas cumbres de Gredos protegen de pura que arranca el sol a los neveros, vagar por umbrosos sen-
los vientos del norte y atemperan el invierno, además de deros que serpentean la montaña, dejarse caer junto al amial
refrescar en verano. Esta variedad de orientaciones y altitu- acunado por los cálidos mugidos de las vacas, mojar el cuerpo
des permite el desarrollo de múltiples ecosistemas: bosque en las chorreras espumosas de cualquier garganta.
de ribera, robledales, matorrales y pastizales de alta mon-
taña. El Valle del Jerte cobija, hoy en día, la mayor biodi- FLORA
versidad de Extremadura, esto ha permitido que el 95% de El valle es conocido por la floración de más de un millón de
la Mancomunidad del Valle del Jerte forme parte de la Red cerezos. La variación de altura (de 350 a 2.400 m) origina nu-
Natura 2000 de la Unión Europea. El equilibrio entre agricul- merosos ecosistemas como bosques de ribera, dehesas de
tura y medioambiente, la declaración de la Reserva Natural encina, robledales, olivares, castaños, matorrales y pastizales
de la Garganta de los Infiernos, la biodiversidad paisajística de alta montaña.

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