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/destinos nacionales/
luego virrey del Perú. Las familias de los Vela donde se veneraba la imagen de la Vírgen
y los Cepeda estaban muy bien relacionadas de la Caridad (actualmente se conserva en
y, de hecho, los hermanos de Santa Teresa una capilla de la catedral abulense), y a la
marcharon a América acompañando a esta que Teresa de Cepeda y Ahumada se en-
familia. comendó cuando, a los 12 años, perdió a su
Pasado esplendor madre Beatriz de Ahumada. En el Convento
de Nuestra Señora de Gracia, de la Orden
Tal vez el mejor lugar para comenzar la visita de San Agustín y fundado en 1.509, Alonso de
a la Ávila de Teresa de Jesús sea el llamado Cepeda ingresó a su hija, en 1.531, para que
humilladero de los Cuatro Postes fuera de la se formase, pero una enfermedad interrumpió
muralla, formado por cuatro columnas dóricas el internado pronto y Santa Teresa regresó a la
de cinco metros de altura construido en 1.566 casa paterna, donde se sometió a la benefcio-
por Francisco de Arellano. Según la tradición sa tutela de María Briceño, quien alimentó su
fue aquí donde el tío de Teresa logró alcanzar deseo de profesar como religiosa.
a ella y su hermano Rodrigo tras su frustra-
do viaje a «tierra de moros» para encontrar el De regreso al interior de la ciudad, se descu-
martirio y ganar el cielo. Ya parecía tener cla- bre el símbolo de la urbe: la muralla que la
ro la santa sus intenciones con apenas diez bordea y que la convierte en uno de los re-
años. Dicen que Teresa se quitó las sandalias cintos amurallados medievales mejor conser-
y pronunció la frase: «De Ávila, ni el polvo». vados de Europa. Sus dos kilómetros y medio
Desde aquí se tienen unas preciosas vistas de perímetro se encuentran jalonados por casi
de la ciudad y sus murallas. Muy próximo, el 2.500 almenas, casi un centenar de torres,
puente sobre el río Adaja, de origen romano, seis puertas y tres portillos. La puerta de los
seguro que conoció las andanzas de Santa Leales, una de las entradas principales a la
Teresa. No lejos de allí, se levantaba la ermita ciudad antigua, desemboca directamente en
románica de San Lázaro, hoy desaparecida, la Catedral, templo con aspecto de fortaleza
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luego virrey del Perú. Las familias de los Vela donde se veneraba la imagen de la Vírgen
y los Cepeda estaban muy bien relacionadas de la Caridad (actualmente se conserva en
y, de hecho, los hermanos de Santa Teresa una capilla de la catedral abulense), y a la
marcharon a América acompañando a esta que Teresa de Cepeda y Ahumada se en-
familia. comendó cuando, a los 12 años, perdió a su
Pasado esplendor madre Beatriz de Ahumada. En el Convento
de Nuestra Señora de Gracia, de la Orden
Tal vez el mejor lugar para comenzar la visita de San Agustín y fundado en 1.509, Alonso de
a la Ávila de Teresa de Jesús sea el llamado Cepeda ingresó a su hija, en 1.531, para que
humilladero de los Cuatro Postes fuera de la se formase, pero una enfermedad interrumpió
muralla, formado por cuatro columnas dóricas el internado pronto y Santa Teresa regresó a la
de cinco metros de altura construido en 1.566 casa paterna, donde se sometió a la benefcio-
por Francisco de Arellano. Según la tradición sa tutela de María Briceño, quien alimentó su
fue aquí donde el tío de Teresa logró alcanzar deseo de profesar como religiosa.
a ella y su hermano Rodrigo tras su frustra-
do viaje a «tierra de moros» para encontrar el De regreso al interior de la ciudad, se descu-
martirio y ganar el cielo. Ya parecía tener cla- bre el símbolo de la urbe: la muralla que la
ro la santa sus intenciones con apenas diez bordea y que la convierte en uno de los re-
años. Dicen que Teresa se quitó las sandalias cintos amurallados medievales mejor conser-
y pronunció la frase: «De Ávila, ni el polvo». vados de Europa. Sus dos kilómetros y medio
Desde aquí se tienen unas preciosas vistas de perímetro se encuentran jalonados por casi
de la ciudad y sus murallas. Muy próximo, el 2.500 almenas, casi un centenar de torres,
puente sobre el río Adaja, de origen romano, seis puertas y tres portillos. La puerta de los
seguro que conoció las andanzas de Santa Leales, una de las entradas principales a la
Teresa. No lejos de allí, se levantaba la ermita ciudad antigua, desemboca directamente en
románica de San Lázaro, hoy desaparecida, la Catedral, templo con aspecto de fortaleza
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