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/cofradías enogastronomía/
Cofradía de la Anchoa
del Cantábrico
uy honorable señor Los varones cultos de la Santoña actual, here-
deros de los que insinuaba Víctor de la Serna
«Mcoronel: Vuestra se- en el texto escrito en el memorial al coronel
ñoría, al amarar en la ense- Lindbergh en 1933, están representados en la
actualidad por los hombres de la Cofradía de
nada de Santoña, habrá creí- la Anchoa del Cantábrico, gentes de bien,
ocupadas en mantener el espíritu artesano
do que aquellas aguas hu- que los santoñeses heredaron de las familias
de consignatarios italianos que buscando nue-
mildes y desiertas, olorosas vos caladeros llegaron a esta preciosa locali-
dad costera, creando una industria conserve-
a pasto de mar y al perfume ra de calidad, que pronto alcanzó merecida fa-
del Peñón, del laurel coro- ma por su buen hacer en la producción de la
anchoa, creando además una fuente conti-
nado, amaraba en cualquier nua de riqueza en una tierra que anteriormen-
te, tras sufrir diversos avatares a través de los
parte. Espero que los varo- siglos, como fue el caso del saqueo e incen-
dio de los normandos, también se dedicó a la
nes cultos que Santoña tiene pesca de la ballena y al comercio marítimo, así
que siempre volcada de cara al Cantábrico, no
y que han hablado a vues- tuvo más remedio que convertirse en plaza de-
fensiva y sufrir una reconversión tierra dentro
tra señoría en buen inglés, le que sirve en la actualidad como referencia de
habrán desengañado» la conservera tradicional y por lo tanto, hablar
de anchoas, es hablar de Santoña.
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Cofradía de la Anchoa
del Cantábrico
uy honorable señor Los varones cultos de la Santoña actual, here-
deros de los que insinuaba Víctor de la Serna
«Mcoronel: Vuestra se- en el texto escrito en el memorial al coronel
ñoría, al amarar en la ense- Lindbergh en 1933, están representados en la
actualidad por los hombres de la Cofradía de
nada de Santoña, habrá creí- la Anchoa del Cantábrico, gentes de bien,
ocupadas en mantener el espíritu artesano
do que aquellas aguas hu- que los santoñeses heredaron de las familias
de consignatarios italianos que buscando nue-
mildes y desiertas, olorosas vos caladeros llegaron a esta preciosa locali-
dad costera, creando una industria conserve-
a pasto de mar y al perfume ra de calidad, que pronto alcanzó merecida fa-
del Peñón, del laurel coro- ma por su buen hacer en la producción de la
anchoa, creando además una fuente conti-
nado, amaraba en cualquier nua de riqueza en una tierra que anteriormen-
te, tras sufrir diversos avatares a través de los
parte. Espero que los varo- siglos, como fue el caso del saqueo e incen-
dio de los normandos, también se dedicó a la
nes cultos que Santoña tiene pesca de la ballena y al comercio marítimo, así
que siempre volcada de cara al Cantábrico, no
y que han hablado a vues- tuvo más remedio que convertirse en plaza de-
fensiva y sufrir una reconversión tierra dentro
tra señoría en buen inglés, le que sirve en la actualidad como referencia de
habrán desengañado» la conservera tradicional y por lo tanto, hablar
de anchoas, es hablar de Santoña.
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